Abrimos nuestros espacios para publicar algunas líneas extra personales, de opinión acerca de varios temas que nos llenan la cabeza. Tendrán posts tanto de mí como de Andrea, cada una estableciendo sus propias incógnitas.
¡Esperamos que sean bien recibidas!
Texto por Fabiana Parra
Esta reflexión la hago a partir de una
pregunta que me hicieron hace poco:
¿Qué necesito para estudiar Arquitectura?
Ahora bien, antes de que pudiese extenderme
en mi línea de las características personales y espirituales que debe/debería
tener una persona para sumergirse en el mundo de la arquitectura y afines, me
atajaron de nuevo con la versión revisada de la pregunta:
¿Qué libros tengo que comprar?
Tengo muy poco tiempo de egresada,
actualmente me encuentro nadando en un mar de nostalgia con cada memoria que tengo
de los días en la facultad, por lo que recordar los nombres de los textos que
utilicé durante años debía ser sencillo, pero me encontré con una lista corta
de textos básicos (lease Neufert, Francis D. K. Ching, Kandinsky y Vitruvio),
además de guías enormes de leyes y especificaciones técnicas. No podía ofrecer
un libro/guía rápida de “¿Cómo cursar la
carrera de Arquitectura?” ya que no había pasado por mis manos (sí alguien
tiene una lectura recomendada de este tipo, favor hacerla llegar al correo). Las
lecturas conceptuales compartidas de la mano de mis profesores fueron las que moldearon
mi visión más que otra cosa. La noción de una lista escolar era demasiado
literal, extensa y hasta cierto punto una decisión muy subjetiva a la hora de
imponer textos a diestra y siniestra.
Pensándolo mejor, me alegra bastante
haberme contenido de hacer una lista de los libros que me leí después, ya que considero que mi yo de
hace cinco años no hubiese pasado de las primeras diez páginas.
La mejor herramienta que tuve fue mi
visión. Los ojos, no sólo como simple órgano visual para procesar mi
entorno, sino como catalizador de sensaciones. El estudiante está sometido a constantes estímulos visuales:
fotografías durante presentaciones, diagramas conceptuales, maquetas y modelos
paseando de mano firme/cansada de los estudiantes de talleres adelantados; e
incluso los trazos del profesor sobre algún plano de corrección.
La capacidad de observar es una habilidad
necesaria para desarrollar y cultivar ¿La mejor parte? Es gratuita. Los costos
elevados de los libros, hacen que se conviertan en un lujo de caprichos
personalizados: como la colección de librillos de Restaurantes con las que me
desfalqué en el tercer semestre.
Siempre recuerdo a una profesora que
invirtió sus palabras sabias, estableciendo que el arquitecto (cualquier ser
creativo, en realidad) debe observar más que mirar, aprovechar los vivos
ejemplos en la ciudad. En el caso de
Maracaibo, desde el año 2000 se establece el movimiento contemporáneo de la
arquitectura, con obras de calidad constructiva y de diseño materializándose en
cada esquina, transformando la dinámica de los usuarios e incentivando nuestra
visión crítica hacia estos cambios. A
causa de esto, admito que es muy difícil encontrarme con alguna construcción o
remodelación sin hacer al menos un
comentario, pero más allá de una crítica, mal que bien la ciudad se nos revela.
Ser capaz de observarla correctamente es una cualidad importante a la hora de
ofrecer un servicio público.
Lo importante es tener la chispa de la
curiosidad, de allí en adelante las líneas y las percepciones comienzan a cambiar
con cada nuevo vistazo al entorno, procurando siempre encontrar inspiración
hasta de las expresiones menos convencionales, en su belleza particular.
Obviamente, no pude ni empezar la lista escolar. Posiblemente pueda
compartir con la persona que me hizo la pregunta algunas lecturas favoritas…
¿Algo que agregar o comentar? ¡Hazte escuchar en la sección de comentarios!
+mod.Arquitectura
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